Está bien, lo admito.
No todo fue trabajo en Acapulco.
Una noche me escapé a ver a mi familia (¡huy, qué loca!) ¡jajaja!
Finalmente pude llevarles (enmarcada) la fotografía que nos tomamos todos los Salinas el día de la boda. Pasamos un rato muy a gusto, y fue un respiro muy necesario entre tanto ajetreo. Además, mi tía de Acapulco sabe regatear y su compañía a la hora de comprar algunos souvenirs fue muy conveniente.
Con ustedes, la tía de Acapulco:
La tía de Acapulco se llama Adelita, pero cuenta la leyenda que en la boda de Alex y Amaya ella se acercó a los amigos de Alex y se presentó: "mucho gusto, yo soy la tía de Acapulco". ¡Quién la manda a bautizarse solita! Jeje...
Y aquí están los primos de Acapulco:
Mejor conocidos como Melissa y Josué. Melis, con su cara de niña, ya es toda una señora. Y Josué tiene a toda la familia corriendo apuestas porque todo indica que será el próximo en casarse. ¡Ojalá! ¡Ya queremos ir a Acapulco una vez que no sea por trabajo!
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