Lo peor es que me lo tengo que soplar cada vez que voy al cine. Me refiero a "En busca de la felicidad" de Coca Cola.
En principio, el anuncio anterior: "La fábrica de la felicidad" no era tan malo. De hecho, se me hacía hasta simpático.
Pero esta segunda parte, donde la "fábrica" se queda sin "felicidad" y un monito azul tiene que ir a buscarla, me parece de lo más tonto que hay. Al principio pensé que no lo entendía, así que lo vi con mucha atención un par de veces, la versión completa, punto por punto. Finalmente, he llegado a la conclusión de que si el corto es absurdo, el final es aún más estúpido: el obrero, después de haber pasado por tantos problemas para llegar al árbol, se toma la botella!!! Llora, y resulta que UN ERUCTO le devuelve la felicidad al mundo!!!!
¡¡¡Hazme el favor!!!
Este comercial me causa el efecto totalmente opuesto al que me provoca ver una vaquita de Alpura bailando.