Me encanta Robert Downey Jr. Siempre me ha encantado, desde los ochentas. Fue demasiado galán para Molly Ringwald y demasiado guapo para Cybill Sheperd en sus respectivas películas. La única que le hizo una buena contraparte fue Marisa Tomei en "Only You". Podría ver esa película cien veces.
He pasado por alto su adicción a las drogas y sus problemas con la ley porque la verdad es que tiene un encanto tan especial que sólo verlo en la pantalla hace que olvide todos los líos en los que se ha metido. El momento en el que le calza el zapato a Marisa es para derretirse.
Después de tantos problemas y rehabilitaciones, tuvo un renacimiento con Iron Man. No podían haber escogido a alguien más carismático y varonil que él para ese personaje. Lo bueno es que le va a durar un tiempo más.
Me encontré con este comparativo entre el Robert Downey de quien me "enamorisqué" y el de hoy:
¡Está fabulosamente bien conservado! No percibo congelamiento por botox ni estiramiento por bisturí. Curtido por tanto alcohol, ¿será?.
martes, 3 de marzo de 2009
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