En esta foto estamos muy felices junto a la alberca, justo antes de ver aparecer a dos perros blancos enormes que según yo, estaban hermosísimos. Al esposo le parecieron osos polares y salió disparado hacia la habitación.
Dentro del hotel se encuentra un restaurante que funciona bajo el concepto "slow food". Se llama L'invito, y es atendido personalmente por sus propietarios, Silvia y Carlos. Ella es italiana y él es uruguayo, así que prepárense para el mejor risotto y carnes que puedan comer.
Eso sí, hay que sentarse a la mesa por lo menos una hora antes de tener hambre, porque todo lo preparan al momento, pero definitivamente la espera vale la pena, es una experiencia deliciosa. Además, la atención de Silvia y Carlos es g-e-n-i-a-l. Nosotros terminamos metidos hasta la parrilla.
Y después de un fin de semana tan especial, sólo me queda decir: gracias al Ing. Daniel Goeritz por sus atenciones, a Silvia y Carlos por la agradable velada y una cena exquisita, y sobre todo, ¡¡al esposo por hacerme tan feliz!!
4 comentarios:
Oye! yo ni sabía d ela existencia de este Hotel y se ve bien padre! más bien...nunca había puesto atención hasta que Diego lo mencionó, por que fíjate que lo anuncian en un programa de radio que yo sigo, y nunca me percaté hasta que oí que iban x el aniversario y etc etc.
Si que se antoja por lo menos ir a que te den un masaje, no sabes como disfruto yo que me soben jajajaja,y si a esto le sumas que la comida es buena pfffft! será cosa de organizarse y nada más.
Gracias por el antecedente.
¡El masaje es lo máximo! No sé cómo a Diego no le gusta... pero si te encanta esa forma de relajarte, lo vas a disfrutar muchísimo... y la comida, bueeeeeno!!!
Si me pudieran dar un masaje mientras como sería orgásmico jajaja.
Si a mi me choca que me toquen! Jejejeje, excepto tu esposa.
T@MMM.
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