No me lo tuvo que decir con palabras, ni siquiera con flores, o una carta de amor. Me bastó encontrarme esto en la cocina:
Se lo regalé hace apenas un año. Y dice: "Este es el destapador de mi felicidad". Además de la que conlleva estar casado conmigo (je!), el esposo ha ingerido tantas dosis extras de felicidad, que acabó por romper su destapador.
Al menos ahora ya sé que el esposo no espera como Mafalda que la felicidad toque a su puerta. Utiliza las herramientas a su alcance =). ¡Salud!
3 comentarios:
Jajajajaja, bieeeeeeeeeeeeen por tu vuelta a postear, tenía que ser con algo así, me he reído mucho; oye pues que buena filosofía y modo positivo de ver las cosas de tu parte, tendrían que copiarte varias, varias, varias, vaaaaaaaaaaaaarias parejas de AA (Alcohólicos Aferrados) que tengo el placer de conocer de primera mano jejejeje.
Van dos...pero es solo el comienzo, que venga ahora las 2 décadas...y en palabras de Alex Lora: "Y lo que le faaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaalta"
Hola Myra no me había pasado por tu blog desde hace mucho tiempo, vengo a desearte una muy Feliz navidad ^^
aveces las cosas más pequeñas pueden hacerte muy feliz.. la Vida es facil el ser humano se la complica... un slaudo.. me encanta tu blog.. muy interesante que relates tu vida de casada... felcidades yo tambien soy del club e igual soy feliz.. espero te asomes un día de estos a mi blog!!!
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