¡Llegó Agosto!
Mi mes favorito del año comenzó con un viaje MUY esperado a Guadalajara. Alex fue promovido y ahora vive en la "perla tapatía", por lo que nos lanzamos a festejar su cumpleaños allá. Las circunstancias que atravesamos antes de llegar no hicieron mella en nuestro ánimo, al contrario, fuimos con más ganas y la verdad es que nos la pasamos ¡de lujo!. Unas cuantas fotografías para ilustrar el viaje.
Empezamos en el Parián, con birria, tortas ahogadas, pozole, tequila y chelas, disfrutando el espectáculo de bailes regionales. No crean que me puse una guarapeta, mi cazuela era "virgen" (sin tequila).
Después un recorrido por Tlaquepaque, precioso lugar lleno de galerías de arte y tiendas de artesanías. Compramos dulces y algunos souvenirs...
El esposo, molestando a las estatuas...
Celebrando al cumpleañero, con un pastel Hawaii: pan de plátano, relleno de coco, piña y nuez. ¡Delicioso!
Y al día siguiente, fuimos a comer la mejor carne en su jugo en el restaurante más rápido del mundo: Karne Garibaldi. También famoso por sus deliciosos frijoles con elote. Entre encargos y antojos, regresamos a Veracruz casi con diez latas.
Después paseamos por el centro de Guadalajara. A pesar de la resistencia del esposo, nos subimos al
Tapatío Tour. Fue la mejor forma como pudimos haber recorrido la ciudad. Aquí estamos con Mamichi en el punto de partida, la Rotonda de los Hombres (Jaliscienses) Ilustres.
Fuimos a misa en la Catedral, y saliendo de ahí fuimos por unos drinks a Hard Rock Café. Hacía tiempo que no viajaba por descanso, y lo disfruté muchísimo. Ahora siento que tengo el alma de provinciana y huelo a limpio y rosa temprana...