Esta es una de las costumbres más bizarras que encontré en este último viaje. Resulta que las quinceañeras (NO las Sweet Sixteen-ers, sino las Quinceañeras) acostumbran dar un paseo por la plaza comercial, ¡ataviadas con sus vestidos de fiesta y acompañadas por todo su cortejo!.
Así como lo leen: estás haciendo tu shopping y de repente ves aparecer una niña en un vestido vaporoso, crinolina y toda la cosa; seguida de tres a ocho niñas vestidas todas iguales, y niños en smoking o traje cuya corbata o moño igualan el color de las niñas. Para que se den una idea, aquí tienen una muestra de lo que vi:
El vestido de las damas (esperen: ¿damas? ¿cortejo? ¡¡¿que no se usaban sólo en las bodas?!!) de esta niña no está tan feo. Pero me tocó ver una quinceañera con un verde limón fluorescente que a su paso iba deslumbrando a todos los inocentes que solamente queríamos un rato de esparcimiento.
Y luego por qué nos discriminan...
Un ratito de shopping en Katy Mills...
Aquí estoy casi al pie del árbol de navidad de la Galleria, una plaza comercial enorme donde todo esta carísimo. Chequen la pista de hielo. Por cierto, esto sí es una pista de hielo, no un enorme charco de agua intentando congelarse bajo un calor endemoniado, como el que tenemos los jarochos aquí afuera del WTC.
